Lingüístico-Verbal

La Inteligencia Lingüístico-Verbal

La inteligencia lingüística-verbal, Es esa maravillosa capacidad de comprender, disfrutar y usar el lenguaje con intención y creatividad. Según Howard Gardner, se trata de la habilidad para comunicarse de manera efectiva, ya sea hablando, escribiendo o incluso pensando en palabras No se limita solo a expresarse: implica jugar con el lenguaje, analizarlo, adaptarlo y transformarlo para conectar con los demás.

Desde pequeños, quienes desarrollan esta inteligencia tienden a mostrar un gusto especial por las palabras: les encanta leer cuentos, contar historias, conversar o inventar canciones. Con el tiempo, esta facilidad para el lenguaje se convierte en una herramienta poderosa para organizar ideas, persuadir, compartir emociones y aprender del mundo que los rodea.

                                               

Estrategias pedagógicas

 Talleres de Escritura Creativa

Crear espacios para que los estudiantes inventen textos donde mezclen imaginación y experiencias propias es una forma excelente de fortalecer esta inteligencia. Puedes pedirles que escriban cuentos, cartas, cómics o diarios, partiendo de imágenes, recuerdos o noticias.

En la clase, se les puede pedir a los estudiantes que inventen una historia inspirada en una secuencia de ilustraciones. Luego, pueden compartirla en una “café literario” donde practican la lectura en voz alta y la expresión oral. Este tipo de actividad refuerza la construcción de ideas, Enriquece el vocabulario y fortalece su seguridad para hablar en público. Esta práctica se puede apoyar con actividades del libro de Lengua y Literatura del Ministerio de Educación, fábulas, cuentos, que promueve la escritura colaborativa y el vínculo entre el lenguaje escrito y la expresión visual. 

 Dinámicas de Debates 

Organizar debates o mesas redondas en clase permite que los estudiantes desarrollen su capacidad para hablar con claridad, argumentar con fundamento y escuchar con atención. No solo aprenden a expresarse mejor, sino también a respetar puntos de vista diferentes.
Se puede proponer un debate sobre temas cercanos a su realidad, como el uso de las redes sociales o el cuidado del ambiente. Se asignan roles (defensor, crítico, moderador), se investiga y se preparan argumentos con anticipación. Durante el debate, se trabaja la coherencia, el uso adecuado del lenguaje y la escucha activa. Esta estrategia puede enriquecerse con los recursos del texto de Lengua y Literatura del Ministerio, Investigaciones, que incluye análisis de discursos, entrevistas y ejercicios de expresión oral guiada.

Video explicativo 👇